El primer alegato correspondió al fiscal Leandro Dato, quien precisó que durante las audiencias se dilucidarán tres hechos: que la convivencia entre Jorge Martínez y Fátima Acevedo estuvo signada por la violencia, física (Martínez incluso le quizo arrojar ácido a la víctima en una oportunidad), psicológica y económica; que el acusado intentó extraer dinero de la cuenta de Fátima y realizar otras operaciones, pero no pudo concretarlas y, sustancialmente, que bajo la promesa falsa del regalo de un celular, hizo ir a la joven el domingo 1 de marzo de 2020 al domicilio donde habían convivido y la mató por estrangulamiento, logrando la asfixia mecánica, en un horario ubicado entre las 13:00 y las 15:00. Luego la arrojó a un aljibe ubicado en las cercanía. El cuerpo se encontró el 8 de marzo.
En la misma línea, la querellante Alejandra Pérez, representante de la familia de la joven asesinada, respaldó e hizo propias las teorías y elaboraciones de Fiscalía y agregó que la muerte de Fátima fue “anunciada por las denuncias previas”. A quien ella tenía “temor irracional y del único del que quería escapar era Martínez”, sentenció, consignando que la violencia a la que la tenía sometida “la hacía volver al yugo” del femicida.
Pérez describió la personalidad de Martínez como “violenta, manipuladora y que sabía cómo someter” a otra persona a su voluntad, remarcando que el crimen “no fue un actuar irracional, sino premeditado y concebido previamente” y que “no existe una tercera persona que haya querido hacerle daño” a la joven, tras lo cual solicitó al jurado “una sentencia justa para que fátima pueda descansar en paz”
A su turno, el defensor oficial Lescano explicó que su estrategia se centrará en lo ocurrido el 1° de marzo entre las 13 y las 15 y lo que acontecido antes con el fin de “sostener la inocencia de Jorge Martínez”, quien mantenía un vínculo de “violencia” con su ex pareja, señaló.
Fue entonces que adelantó: “Vamos a probar a través del testigo Emiliano Flores, quien declarará el día jueves, que vio a Fátima Acevedo el día lunes (2 de marzo), dará precisiones de tiempo y lugar” indicanco “por qué la vio y dónde la vio” lo que “desacreditará la teoría de la Fiscalía”.
También remarcó que Martinez fue examinado y no se le encontró ninguna lesión visible, como es habitual en este tipo de caso, donde la víctima siempre “deja rastros en el agresor”. Tampoco se halló ADN de Martínez en el cuerpo de Fátima, consignó.
Adelantando alguno de sus argumentos, consignó que del domicilio de Martínez al aljibe donde se encontró el cuerpo “hay 800 metros, con maleza y vegetación. Es una zona medianamente inaccesible”, por lo que habría sido imposible que el acusado transportara el cuerpo de un punto a otro. “El 2 de marzo Fátima estaba viva, lo que también desacredita el delito de defraudación”, agregó.
Tras las exposiciones se hizo el interrogatorio de identificación de Martínez, que estuvo a cargo de la jueza Castagno. Luego comenzará la rueda de testigos. Hoy declararán las ex funcionarias municipales Silvia Primo y Cristina Ingleson, quienes estaban a cargo de la Casa de la Mujer donde Fátima se estaba alojando antes de ir al fatídico encuentro y también Florencia López, una amiga de la la víctima.
Están previstos unos 30 testimonios de los cuales 25 fueron aportados por la Fiscalía, dos por la querella y cuatro por la defensa oficial.
Fuente: APF